Viaje a Myanmar: pros y contras de llegar “primero”

Uno de nuestros más recientes viajes fue hacia Myanmar, uno de los países menos explotados (por ahora) del Sudeste Asiático. Su reciente apertura al turismo crea una extraña mezcla de sensaciones: entre lo sub-desarrollado y poco preparado hasta el mistisismo de lo realmente autóctono. ¡Vamos a conocer las dos caras de un viaje a Myanmar!

¿Myanmar o Birmania?

Antes de empezar vamos a evaluar una duda clásica y fundamental para quienes están investigando sobre este destinio: ¿se dice Myanmar, Birmania, o ambas? Su nombre oficial es República de la Unión de Myanmar, aunque en idiomas occidentales aún se la conoce como Birmania (Burma en inglés).

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Visas para Myanmar

Antes de comenzar, un dato importante, el de la visa necesaria para visitar este país. Para hacerla sencilla, hay dos formas de obtenerla: una presencial, en cualquier embajada del país, nosotros la hicimos en Bangkok. Lo bueno de hacerla personalmente es que, si se hace con tiempo, cuesta mucho más barata (aprox USD 25). Lo “malo” es que se demora aproximadamente 1 hora para hacer el trámite y luego hay que volver a pasar por la embajada a retirar el pasaporte con la visa estampada en una de sus hojas. Esta visa sirve para ingresar a viajar a Myanmar sin importar por la frontera que se quiera utilizar.

La otra opción y cada vez más de moda es la de la visa electrónica para Myanmar, que se tramita fácilmente de manera online. Lo bueno es la comodidad, claro está. Lo malo, principalmente, dos cosas: no permite, al menos por ahora, ingresar por todos los pasos fronterizos terrestres (si por todos los aeropuertos) y su valor asciende a USD 50.

Cómo llegar y cómo moverse en Myanmar

Frontera terrestre Tailandia - Myanmar

Frontera terrestre Tailandia – Myanmar

Nuestra opción para arribar a este país fue una más aventurera (aunque no la más extrema). Ya que estabamos en Tailandia, decidimos aprovechar el paso fronterizo terrestre entre Mae Sot y Myawaddy, al oeste de Tailandia y este de Myanmar, cada vez más utilizado por los turistas (aunque lejos de los que ingresan por vía aérea, de los que hablaremos más abajo). Algunas consideraciones:

  • Hay micros regulares desde Chiang Mai hasta Mae Sot, uno bien temprano en la mañana y otro apenas pasado el mediodía. Atenti, con el del mediodía no llegarán a cruzar la frontera sino hasta el día siguiente, obligando a pasar una noche en la ciudad fronteriza Thai (que por cierto, tiene pocos pero decentes opciones de alojamiento).
  • También hay micros a Mae Sot desde otras ciudades de Tailandia. Averiguar por servicios es tan sencillo como ir a la estación de autobuses de la ciudad en la que te encuentres.
  • La mayoría de los micros con destino Mae Sot finaliza el viaje en una terminal de buses “cercana” a la frontera pero lejana a la zona de alojamientos: si vas a pasar una noche allí, debes avisar al chofer para que te baje antes.
  • Como la mayoría de los micros en el Sudeste, son verdaderas heladeras, lleva abrigo!
  • Intenta no comprar paquetes “all inclusive” en Tailandia (de esos que te venden todos los tramos de tu largo viaje), ya que te incrementarán MUCHO los precios de los micros en Myanmar.

En si el trámite de frontera es muy sencillo, no difiere en absoluto a cualquier frontera por la que hayamos pasado, quizá si la poca gente que había yendo de un país a otro. Tras no presentarse ninguna complicación, cruzamos el puente y oficialmente entramos en Myanmar, por la puerta de atras, la ciudad de Myawaddy.

Buses en Myanmar

No terminamos de hacer el trámite de frontera que ya comenzaron los intentos de vendernos algo. Y eso que habíamos leído que la gente en Myanmar iba a querer ayudarnos, sin ningún interés comercial oculto. Bueno, no fue nuestro caso. Un hombre en la frontera, ingenuos nosotros pensamos que trabajaba allí, nos llevó a un puesto callejero en el que nos vendían el pasaje de bus hacia Yangón, el que sería nuestro punto de partida oficial. ¡Gran error cometimos de comprar el ticket ahí!

  1. Pagamos 15.000 kyts un micro que no salía más de 8.000. Por lo que pagamos, tendríamos que haber viajado en un bus VIP
  2. Esperamos cerca de tres horas hasta que salga el micro.

Lo acertado es no hacer caso de ninguno de los hombres que intenta vender algo y dirigirse a la “bus station” de Myawaddy, que se encuentra sobre la misma calle principal pero más adelante. Las comillas son porque no hay un edificio en si para la estación de buses, sino que una zona en la que fácilmente se detectarán los stands de las empresas. Allí hay que preguntar bien por la categoría del bus que te están vendiendo y horario de salida. Respecto a la categoría:

  1. Los buses VIP son cómodos, no se hacen cama 100% pero se reclinan bastante, son tres butacas por fila. Debería costar entre 15 y 18.000 kyts
  2. Los buses de menor categoría son bastante incómodos para la duración del viaje. Sin embargo, para presupuestos ajustados, es una buena opción. El precio no debe pasar los 10.000 kyts.

El bus resultó, para nosotros, la mejor alternativa a nivel general para ir de una ciudad a otra. Los nocturnos nos permitieron ahorrar una noche de alojamiento (programamos nuestro viaje para que siempre tengamos trayectos de al menos 7-8 horas, ya que no difieren mucho en precio a los trayectos más cortos), se realizan en unidades relativamente nuevas, cómodas y limpias. En general, los trayectos turísticos (Yangón-Bagan-Inle-Mandalay) rondan entre los 9 y 11 mil en servicio básico y entre 15 y 18 mil en servicio VIP.

Trenes en Myanmar

La segunda mejor alternativa para moverse en un viaje por Myanmar es el tren. Nosotros lo tomamos en un solo trayecto, desde Mandalay hasta Yangón, y pagamos 12.000 kyts cada pasaje (24.000 total) de un tren que nos dejó en la estación en pleno centro de Yangón, a metros de nuestro hotel. Si ibamos en micro pretendiendo dormir, teníamos que pagar el micro VIP (no menos de 30.000 kyts) y el taxi desde la bus station de Yangón hasta el centro (cerca de 10.000).

Qué vale la pena mencionar de los trenes en Myanmar

  • Nos asombró la puntualidad de salida, justo a tiempo, aunque llegó media hora más tarde de lo planificado
  • Nosotros sacamos la categoría upper sleep, en cabina de dos camas, privada para nosotros. Eso de compartir cabina 14 horas con locales mucho no nos convencía (ver más abajo “La gente de Myanmar”)
  • Caminando el resto del tren agradecimos haber sacado la categoría upper sleep: hubiese sido imposible dormir en categorías más bajas
  • El tren ofrece comidas (fried rice, fried noodles y algunas otras opciones) que no llegamos a probar, nos quedamos dormidos antes
  • La limpieza de nuestra cabina estaba a un 60%. La del baño (compartido con todo el vagón) comenzó en un 70% y finalizó el viaje en un 20%

Recomendamos el tren como experiencia (aunque vayan en cabina privada, pueden salir a recorrer el tren cuando ustedes gusten) solo desde o hacia Yangón, para evitar tener que ir a la bus station de la ciudad que se encuentra bastante lejos del centro.

Viajar en avión a y dentro de Myanmar

Lo más común para el viajero promedio es utilizar el avión como medio de transporte. Y es que, aún, el viajero promedio que visita este país es más un viajero con plata y no un mochilero. Cada vez más compañías internacionales operan vuelos regulares hacia los dos principales aeropuertos del país, el de Yangón y el de Mandalay. Una vez allí, tomar un avión a cualquier punto de Myanmar será realmente sencillo pues hay suficientes compañías locales ofreciendo vuelos de cabotaje. Eso si, no esperes precios económicos: calcula aproximadamente USD 100 por cada tramo (al menos los más normales para el turista).

Qué comer en Myanmar

La comida local no se destaca mucho realmente. En Myanmar encontramos menúes bastante reducidos en comparación con lo que habíamos visto en Tailandia, por ejemplo, y muy inspirados en países vecinos, con mucha preponderancia del arroz y los noodles, claro, bastante vegetales, mucho pollo y cerdo, aunque aquí encontramos mucha más papa que en otros países del Sudeste Asiático (si hasta comimos una tortilla española en Inle!).

De entrada nos habían recomendado no comer en puestos callejeros, como habíamos estado haciendo en todos lados. Al parecer, las condiciones de higiene, el agua y otros elementos en este país no eran seguros (aunque es cierto que algunos dicen lo mismo de la comida callejera en cualquier país). Sin hacer caso, hemos probado de todo: puestos callejeros y restaurantes más occidentales. El resultado: después de la primer comida callejera, terminamos con una intoxicación que no queremos ni recordar. ¿Solo mala suerte? Realmente no lo se, pero esa experiencia me ha alcanzado para no probar comida de calle en todo el resto del viaje por Myanmar.

Recomendaciones: si estas viajando por algún tiempo en Asia, seguramente extrañes un poco la papa. En Myanmar podrás encontrar desde ensalada de papas hasta tortilla española, solo hay que buscar un poco. Por otro lado, no por simple dejó de ser la sorpresa del viaje: la ensalada de tomate, que allí preparan con tomate, cebolla, ajo y maní, ¡simple pero imperdible!

Alojamiento en Myanmar

Algo que nos sorprendió mucho, aunque algo habíamos leido al respecto, fueron los altos precios de los alojamientos en Myanmar, ya sean hoteles, guesthouses o hostales. La gente local no tiene permitido alojar turistas (tampoco couchsurfing), por lo que esta alternativa mochilera queda descartada. Si bien los precios pueden variar mucho según la zona y la categoría, una cama en un hostel no baja de los USD 7 y puede llegar a más de 12. La habitación doble es mejor opción si se viaja de a dos, pues se encuentran disponibles desde USD 15 la noche (quizá menos con más anticipación).

Algo que también habíamos leido y que no nos pasó es alojarnos en lugares malos. Pagamos en promedio lo que habíamos leido (un promedio más alto que en el resto de los países del Sudeste, es cierto) pero nos hemos alojado en lugares muy buenos, con aire acondicionado, limpieza óptima y desayuno. El Wifi, como en todo el país, es bastante malo inclusive en los hoteles.

Bagan, la joya todavía virgen

La mejor postal de Myanmar: Bagan, sus templos y el sol

La mejor postal de Myanmar: Bagan, sus templos y el sol

Sin duda el principal objeto de deseo de cualquier turista en su viaje a Myanmar es visitar Bagan y sus miles de templos. Acá no iré con datos técnicos, como cuántos siguen en pie y cuantos no, para eso vayan a Wikipedia. Vamos con lo que, creo yo, deben saber sobre Bagan:

Llegar a Bagan

Se puede llegar de cualquiera de las tres formas mencionadas anteriormente: avión, micro o tren. Nosotros empezamos hablando de Bagan porque fue nuestro primer destino, pero recomendamos dejarlo para el final (lo más lindo al final, siempre, no?).

Para ingresar al “área arqueológica” te cobran un fee de 25.000 kyts. La pena es que de ese dinero, solo un 3% va a fines arqueológicos. El resto, se lo queda el gobierno. ¿Dónde se paga este fee? En la carretera que va desde el aeropuerto/bus station hacia cualquiera de los pueblos ¿Se puede evitar pagar este fee? Leimos en un blog una técnica: no hacer ese recorrido en taxi (los taxistas frenan a propósito, claro) sino que hacer auto-stop y ofrecerle al local algo de dinero por no frenar. Claro que hacer auto-stop si llegas a Bagan a las 5 AM será bien difícil.

¿Cuántos días en Bagan?

Realmente no hay tanto que hacer en esta zona. Los templos terminan siendo parecidos unos con otros, después de visitarlos durante dos días, será suficiente. Si eres una persona muy amante de templos, ponele que 3 días para vos estén bien.

¿Cómo moverse en Bagan?

En absolutamente todos lados alquilan motos eléctricas por entre 5 y 7.000 kyts el día. Son muy sencillas de manejar y realmente son la mejor manera de aprovechar el tiempo, recorrer hasta el último rincón y disfrutar al máximo la zona.

¿Qué hacer en Bagan?

  1. Free tour: lo ponemos primero ya que hacerlo de entrada nos permitirá tener un panorama general de la zona, los principales templos, etc. En el hostel Ostello Bello (New Bagan) se ofrece un free tour. Si bien teóricamente es sólo para huéspedes, hemos visto como otras personas se sumaban.
  2. Templos: claro, el atractivo principal. Lleno de templos, algunos más otros menos importantes, nosotros creemos que lo mejor es dejar de lado las guías y perderse con las motos entre las callecitas, buscando nuestros propios templos, nuestros propios paisajes.
  3. Amanecer y atardecer: los paisajes con la salida o la puesta del sol son imponentes. Pero ojo, no ir a los templos más grandes en dónde habrá cientos de turistas. ¿A qué templos ir a ver el atardecer y el amanecer en Bagán? Ir a templos más pequeños. A nosotros nos encantó un pequeño templo detras de la Dhamma Ya Zi Ka Pagoda (ideal para el amanecer y ver pasar los globos de un lado a otro) y el Lowka Ou Shaung para un atardecer un poco más privado, sin tanto turista al lado.
  4. Paseo en globo: solo para unos pocos, cuesta entre USD 300 y USD 400 y hay que reservar con mucha anticipación.

¿Qué no hacer en Bagan?

¡Esta es solo nuestra opinión! Cada uno puede tener experiencias distintas en estos lugares y seguro hay gente que amó lo que a nosotros no nos gustó.

  1. La visita el Mt Popa: un viaje en auto bien largo, unas escaleras interminables llenas de vendedores para un resultado final no tan impactante como esperabamos
  2. Tour en barco para ver el sunset desde el río, aunque realmente te llevan a un lugar feo del otro lado del río y el atardecer desde allí no tiene mucho de especial
  3. Las visitas a las villas turísticas, de las que no recordamos el nombre, pero están indicadas en el típico mapa de Bagan. Son villas especialmente armadas para el turísta, un circo de locales bastante feo. Mejor ir a verdaderos poblados donde viven los lugareños. Por ejemplo, hay uno en la carretera que conecta New Bagan con Old Bagan.

¿Dónde dormir en Bagan?

Mientras que Old Bagan está reservado casi para templos (aunque hay algún que otro alojamiento, principalmente de presupuesto elevado), lo más común es alojarse en Nyaung-U o en New Bagan. La primera opción creemos que es la más fea, personalmente no nos gustó. New Bagan tiene un poco más de encanto y una mezcla adicional de opciones gastronómicas que nos dejaron muy contentos. En cualquiera de las tres zonas, el precio por noche será elevado como en casi todo Myanmar.

Lago Inle: la sorpresa que no esperabamos

Cuando estabamos planificando el viaje a Myanmar y veíamos fotos de Inle nos preguntábamos qué tenía, qué le veían los turistas que lo visitaban. En fotos, al menos a nosotros, no nos llamaba la atención. Sin embargo, decidimos darle una oportunidad. ¡Y no defraudo!

Los típicos pescadores en el lago Inle

Los típicos pescadores en el lago Inle de Myanmar

La visita a Inle la programamos acertadamente para dos días:

  1. El primer día fuimos en bicicleta por los alrededores, bordeamos el lago hasta el poblado Maing Thauk (obligado ir al puente, y recomendado allí tomar un barco que los lleve a visitar el pueblo flotante), visitamos los viñedos, las cuevas y disfrutamos de muy lindos paisajes. Lo hicimos a un ritmo relajado, sino podríamos haber visitado más.
  2. El segundo día fuimos al lago. Habíamos leido de averiguar cuál era el mercado del día, chequear las jornadas de los pescadores y nose cuanta otra cosa. Nosotros lo hicimos más simple y funcionó perfecto. La noche anterior recorrimos la zona del muelle negociando precio (nos juntamos entre cuatro ya que los barcos tienen esa capacidad). Pagamos 15.000 por la excursión. Al día siguiente, bien temprano, fuimos a recorrer el lago: el mercado, el monasterio, los pescadores, los jardines flotantes. Un muy lindo día por un lugar que en persona se disfruta mucho más que por fotos.

Tips de Inle

  • Al igual que en Bagan, al llegar a Inle también nos cobraron un fee, en este caso de 10.000 kyts. Lo “curioso” fue que lo cobraron arriba del micro, despertando a todo el mundo (eran las 4AM).
  • Recomendamos alojarse entre el muelle y el centro (como referencia el mercado).
  • Cuando contraten el barco por el paseo por el lago, dejar bien en claro que no quieren hacer shopping (caso contrario, les dedicarán la mitad del paseo a llevarlos a vendedores que pagan comisión por ello)

¿Qué nos faltó de Inle?

Sin lugar a dudas, el trecking desde Kalaw hasta Inle. El 80% de los viajeros que lo habían hecho nos lo recomendaron. Lamentablemente, no entraba en nuestra agenda. Ojo: después, hablando un poco más con algunos de esos viajeros, comprendimos: lo lindo del trecking son las vistas, que tranquilamente puedes tener en treckings más cortos y no tan exigentes. El de Kalaw es un trecking de 3 días, por terrenos bien húmedos, durmiendo y comiendo mal. En fin, si eres amante de este deporte te encantará, pero sino creemos que un trecking más corto desde Inle será mejor opción.

Mandalay: no le hemos encontrado su encanto

Antes de comenzar a hablar de esta ciudad, estamos obligados a advertir: nos fuimos bastante desencantados con Mandalay, por lo que nuestras palabras quizá no sean del todo objetivas. Aunque ya pasaron bastantes días desde nuestra visita y la mente está fria y ordenada, por supuesto, e intentaremos que esta reseña sea lo más objetiva posible.

A diferencia de Bagan e Inle, Mandalay es una ciudad. Ese contraste ya hace que uno realmente sienta cómo es la vida de los locales realmente, dejando de lado el turismo. Visitarla es, quizá, una experiencia personal más que turística. Se recomienda si sos de esos viajeros que disfrutan empatizar con los locales, conocer realmente cómo vive la gente en una gran ciudad, y no visitar los lugares clave que todo turista va a visitar.

Y ya que estamos, empezamos hablando de los atractivos turísticos de Mandalay:

  • El puente U-Bein: si bien es realmente largo, nos defraudó 110%. Quizá la época del año (casi no había agua debajo del puente), quizá la super población de turistas (estabamos entrando en temporada alta), quizá la mugre que lo rodea, o quizá otra cosa, pero el puente no nos gustó. Y hablando con otros viajeros que concimos ahí, bajo el puente, estuvimos de acuerdo con que era un atractivo totalmente exagerado. El atardecer en el puente tampoco nos pareció impactante (quizá si no hubiésemos ido a Bagan primero…).
  • Las ciudades antiguas, de las que solo visitamos Amapura y Mingún, y que si bien fueron lo mejor de nuestra visita a Mandalay, lejos estuvieron de verdaderas reliquias como las que hemos visitado en Tailandia, Indonesia u otros países. Sin ir más lejos, después de las ruinas de Bagan, estas ciudades no tenían nada que hacer.
  • El palacio, que visitamos apenas por las afueras por recomendación de varios turistas de no pagar la entrada, pues no valía la pena. Y por lo poco que vimos, tenían razón
  • El Mandalay Hill, un cerro en las afueras de la ciudad que ofrece lindas vistas, un buen atardecer, y un lindo contacto con locales y monjes (nosotros tuvimos la suerte de subir todos los escalones charlando con dos jóvenes monjes).

Más allá de los atractivos turísticos, como dijimos, Mandalay es una ciudad difícil, desordenada, en la que cuesta prácticamente todo. Encontrar lugares donde comer (ver el apartado “Dónde comer en Myanmar”), darse a entender con el 90% de los locales y hasta encontrar un taxi (¡si, de esos que en todo Asia te ofrecen a cada metro!) fue complicado.

Nuestra recomendación final: si no eres de esos viajeros ávidos de experiencias muy cercanas a la gente local, choque de culturas, etc. y sobre todo si tienes poco tiempo de viaje a Myanmar, puedes pasar por alto esta ciudad.

Yangón, la puerta de entrada y salida

Pagoda Shwedagon Yangon, Myanmar

La Pagoda Shwedagon de Yangon impacta mucho más de noche

Para finalizar, un pequeño apartado de Yangón, angigua capital nacional y la ciudad más grande del país. ¡Cuánta diferencia hay entre esta ciudad y todas las capitales que habíamos visitado! Ni hablar de Bangkok, la última antes de viajar a Myanmar, o Kuala Lumpur, la que siguió inmediatamente después. Con un día alcanzará de sobra para:

  1. El tren circular, que te lleva a dar una vuelta por la ciudad al ritmo de los locales. El viaje dura 3 horas, de las cuales se disfrutan solo los primeros 30 minutos. A nosotros no nos valió la pena.
  2. El centro / casco histórico, con edificios de la época colonial de arquitectura inglesa, muy pintoresco, y con la Pagoda Sule al lado. Lindo para ir caminando y dedicarle media hora
  3. El centro y barrio chino, que todos destacan por ser las zonas donde quizá más se respira la identidad de la ciudad, no nos ha gustado en absoluto
  4. La Pagoda Shwedagon, la más grande de la ciudad. De día no nos llamó para nada la atención. De noche es impactante, aunque se disfruta mucho más verla de lejos (cuando más la disfrutamos fue en el taxi que pasó por una autopista a 300 metros. Verla desde allí fue increíble, luego no volvimos a sentir esa magia ni al verla al lado)
  5. El sky bar del Sakura Tower, creo que el único bar de altura con vistas buenas, pero incomparables a las que se pueden tener en los bares de altura de Bangkok o Kuala Lumpur.

Conclusiones de un viaje a Myanmar

Le hemos destinado 20 días a este país, uno de los más desconocidos en la región y del que habíamos escuchado maravillas. Y nos dejó un sabor más amargo que dulce. Rescatamos Bagán, un lugar increíble con muchos condimentos mágicos que nos han encantado y al que si recomendamos ir algunos días. Luego, Myanmar no nos ha mostrado nada que consideremos imperdible. Si tienen días extra, vayan a Inle, pero tampoco se esperen una maravilla. Eso es para nosotros Myanmar, un país que merece 5 ó 6 días dentro de un viaje largo al Sudeste (o si es tu segunda o tercera visita a esta región), que todavía conserva esa magia de lo inexplorado que, esperemos, no se termine de evaporar a medida que avance el turismo. Si eso pasa, el encanto de este país quedará enterrado.

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